LA SANTISIMA TRINIDAD OS HABLA

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27 de junio de 2006.

 

 

            Hablad abiertamente y sin miedo (Mt 10, 26+)

26         “No les temáis, pues, porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, ni secreto que no venga a conocerse.

27         Lo que Yo os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído, predicadlo sobre los techos.

28         “No temáis a los que matan el cuerpo, que al alma no pueden matarla; temed más bien a aquél que puede hacer perecer el alma y el cuerpo en la gehenna.

32         “A todo el que Me confesare delante de los hombres, Yo también le confesaré delante de Mi Padre que está en los Cielos, 33   pero a todo el que Me negare delante de los hombres, Yo le negaré también delante de Mi Padre, que está en los Cielos.

40         “Quien os recibe a vosotros, a Mí Me recibe, y el que Me recibe a Mí, recibe a Aquél que Me ha enviado.

41         “El que recibe a un profeta por ser profeta, tendrá recompensa de profeta, y el que recibe al justo por ser justo, tendrá recompensa de justo.

 

DIOS: Hija Mía, Yo te digo: no confundas la Obediencia a Dios con la sumisión a la autoridad de los hombres. Yo os he dado un espíritu de Fuerza y vosotros sois responsables de aquello que Dios os pide, porque todos vosotros sois beneficiarios del resultado de vuestra obediencia.

            No pongáis obstáculos a Mi Amor, que Yo quiero difundir por el Mundo entero. Yo os he pedido Mi Cruz Gloriosa en Dozulé: es la Puerta de Mi Reino que vosotros, o abrís plenamente, o mantenéis todavía cerrada. ObedecedMe: la Cruz Gloriosa, es JESUS Resucitado.

            La Nueva Tierra y los Cielos Nuevos se verán cuando Mi Puerta se abra. Mi Santa Cruz Gloriosa es la Puerta del Octavo Día, ¡proclamadlo sobre los tejados!

            Cuando Mi Cruz sea elevada de la tierra, Yo atraeré todo hacia Mí. Hija Mía, tú escribirás. Yo te voy a hablar en general de la Gran Perturbación que los hombres, sin ninguna duda, prepararán en el mundo entero, a causa de su inteligencia acaparada por la razón llena de ciencia que, según ellos, es el único camino capaz de conducirles a la verdad. Entonces, ellos caminan, caminan…

            Como Moisés en el desierto, ellos buscan y el camino se alarga con numerosas dificultades, cada vez más pesadas. La rebelión reina en todas partes y el hombre ya no sabe donde dar con la cabeza: a la derecha, a la izquierda, todo es desorden. Nada ha mejorado en el curso de los siglos pasados y he aquí que el precedente y el presente siglo, no han causado más que víctimas por todas partes, sembrando hambrunas, enfermedades incurables, epidemias, luchas sangrientas y guerras interminables, hipócritas y asesinas de un lado a otro.

            En Mi Santa Voluntad y Mi Libertad llena de Amor, Yo lo he creado todo. Es por esto que Yo he donado la Libertad a toda Mi Creación, dejando libres a todos los elementos, el aire, el fuego, la tierra y el agua. Todas Mis criaturas, todo lo que existe en el Universo, adquirieron, por medio de Mi Santa Gracia, su Libertad de acción.

            Sin embargo, sobre toda cosa creada, Yo Me he reservado Mi Autoridad: para el equilibrio del Universo, el acoplamiento de todo lo que existe, visible e invisible y que lleva Mi marca, Yo he instituido una Ley que se impone a todo. Consiste en respetar y creer en el Amor de Dios, en Su Santa Verdad y respetar y amar al prójimo.

            El hombre seguirá Mi Santa Ley con Mis Mandamientos, porque esa es Mi Protección contra todos los peligros. El Reino Eterno de Dios se gana con la Obediencia a Mi Santa Ley. Vuestra Salvación está en vuestra propia elección. Vuestra elección está en vuestra Libertad.

            La razón humana es la enemiga de la Fe en Dios. La Armonía de toda Mi Creación se encuentra en Mi Amor y en vuestro Amor a Dios y a Su Creación. A vosotros, que razonáis al derecho y al revés, Yo os digo que estáis en un error al creer que la Naturaleza sea indiferente a vuestro comportamiento. Vuestro comportamiento es la causa de todos los desarreglos naturales. En verdad, el más grande enemigo del hombre, es el hombre; el más peligroso destructor de la Armonía del mundo, es el propio hombre.

            Todo avanza en la Armonía de Dios y de Sus criaturas. En vano tratáis de eliminar todos los peligros del mundo, en lo que concierne a la contaminación y los riesgos de accidentes naturales provocados por las mareas, el viento, el sol, las lluvias; vosotros no haréis más que tapar una brecha, para abrir otra aún más grande.  Hasta los grandes diques nada pueden contra los elementos desencadenados de vuestro Tiempo.

            No sabéis que, en este momento, la Creación entera gime todavía más con los dolores de parto, por vuestra falta de Amor a Dios, a los hombres, a la Naturaleza, por vuestro desprecio de Mi Santa Ley y de Mis Mandamientos divinos.

            Vosotros no dejáis que la Naturaleza haga su trabajo y ella se enfurece, y así construís vuestro propio desastre. El primer pecado a extraer de vuestro corazón, de vuestro espíritu y de vuestra carne, es la Impureza.

            ¿Cuál es vuestra reacción ante el hambre mundial?: ¡ninguna! ¿Y os lamentáis si el sol quema vuestras cosechas y si el agua se retira de vuestras fuentes? Todavía podéis comer todos los días, mientras los hambrientos esperan de cada uno de vosotros, ¿qué cosa? Ellos esperan vuestra ayuda, lo necesario para sus vidas en sus países. No os sorprendáis si vuestros países, todavía ricos, son invadidos por una marea humana que huye de la miseria y de la muerte, las guerras y el hambre.

            Acogedles. Deberéis ayudarles, por un cierto tiempo, hasta el Tiempo en que Dios os de Su Paz, si vosotros Me la pedís, con un llamado sincero y siendo fieles a Dios.

            Sed los informadores diligentes en el Nombre del Señor JESUS. Llenad vuestro corazón de la Fe que libera vuestro espíritu de la invasión de la cizaña y marchad confiados porque, por cada hermano liberado del poder del Mal, un hermano será salvado. Mostradles Mi Camino. Hablad de la Revelación que continúa en estos días y hasta el último día.

            La conspiración de las Tinieblas es guiada por ciertos espíritus de vuestro mundo, manipulados por el espíritu del Mal. En el Santo Nombre de JESUS y de MARIA, moveos sin miedo y HABLAD. Recordad que Yo acudo si vosotros Me llamáis. Yo vengo con Mis Santos Ángeles. Los Santos Arcángeles acompañan siempre a Mi Santa Madre.

            El Orden de Dios ha sido desarreglado. La Palabra de Cristo ya no es escuchada. El mundo está desequilibrado. Se ha olvidado a Aquél que sostiene el Universo. Ya no se cree más en Mi Amor, que os mantiene en vida. Yo no hago presión sobre vosotros. Yo permanezco fuera de vuestras vidas, en la medida en que no sintáis el deseo de encontrarMe. Sabed que los designios de Dios están todos en Su Amor. ¿Cómo podréis comprenderMe y seguirMe si vosotros destruís todo lo que es Amor? Vosotros ofendéis a Aquél que es esta propia substancia: Yo soy el Amor, y vosotros retardáis vuestra propia conversión. San Juan os lo repite (Jn 10, 33-34):

            33 Los Judíos Le respondieron: “Por ninguna obra buena Te apedreamos, sino por la blasfemia, porque Tú, siendo hombre, Te haces Dios”. 34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra Ley: “Yo digo: dioses sois”?

            Y Yo añado: vuestra evolución está en camino, sed los hijos de Mi Amor.

 

Dios os habla.