¡ARRIBA, CONQUISTADORES!

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26 de mayo de 2006.

 

JESUS: Vosotros que pensáis recibir lo que pedís, confiáis en la Eternidad que Dios os promete. Vivid desde ahora este Pentecostés de Amor, llamándolo a vosotros. Más que de riquezas terrestres, estáis santamente ávidos de las Verdades del Cielo. Pedís el rocío que hace vivir a toda alma que confía en Dios, ¡vosotros recibís entonces lo que Dios os promete!

            No digáis más que la Providencia proveerá, porque vuestra libertad está allí, la elección os pertenece. La Providencia sólo empuja hacia el Cielo. Soñad vuestra eternidad, haced todo para ganar vuestro Cielo y ayudad a vuestro prójimo a conquistar el suyo.

            El mundo actual, a la vista de los Santos del Cielo, es como un gran edificio en construcción; la techumbre todavía tiene sus maderos y sus tejas esperando sobre el suelo; los muros están a medio levantar, las vías y las avenidas se esbozan vagamente, mas sabiendo que, a la Voz del Maestro todo se edificará a la vez, porque la multitud de los obreros ya está en sus puestos.

            Y la primera en ser elevada será la Iglesia. Levantada de nuevo de sus cenizas, ella brillará con el Fuego que JESUS le dará cuando Yo descienda, tras el Pentecostés de Amor que Yo os enviaré pronto. Mis Amigos de la Cruz, estad preparados para recibirMe. Preparad Mi Camino, como Yo preparo el vuestro. En el Cielo ya está escrita la Hora de la Reunión universal. Dios Se prepara, ¡preparaos vosotros!

            Yo os envío la inteligencia de este Tiempo. La Promesa está en vosotros, liberaos de los antiguos hábitos. El hombre nuevo no estará sino de pie, porque él debe marchar con su Dios para estar a salvo del marasmo donde él se ha atascado. ¡Arriba, conquistadores de la Nueva Tierra y de los Cielos Nuevos!

            Esta comitiva avanza hacia ese nuevo siglo que se abrirá con ese Octavo Día. El calendario se abrirá con la Venida de Cristo, que viene a modelar el tiempo actual para hacer de él el Tiempo eterno de Dios.

            Vosotros comprenderéis lo que Yo espero de vosotros, porque Yo os haré vivir las Maravillas de Dios, día tras día. Yo aparto el velo del tiempo que nos separa: vosotros Me veréis, como Yo os veo, después de que el Espíritu de Pentecostés haya abierto vuestros espíritus, para hacerles vivir en el Espíritu Santo de Dios.

            Bendecid la Santa Voluntad del Padre que quiere reunir pronto a todos Sus hijos en Su Adorable Corazón de Padre de toda Bondad.

            Hija Mía, bendita seas, con tus amigos, por tu rapidez para advertir a todos Mis hijos. Dios os ama y os bendice a todos. Permaneced unidos, amorosos, obedientes, porque Dios viene a vivir con vosotros. Tratad desde ahora de conquistar vuestro lugar haciendo muchas obras de Caridad.

            A Mis obreros de la Cruz, quienes quiera que sean y donde quiera que estén, que trabajen para conquistarMe las almas. Dios está siempre con vosotros, hijos de Mi Cruz.

            Mi Cruz se elevará para vosotros y para todos aquellos que han acogido una Cruz de Amor, porque el Cielo quiere edificar el modelo que ya está en Dios: la Santa Cruz del Resucitado de las Luces.

 

A vosotros os compete dar Gloria al Cristo Glorioso,

que viene en medio de vosotros.

JESUS Glorioso,

con el Padre de Gloria eterna,

en el Santo Espíritu de Amor,

os ha hablado.

Amén.

           

            Yo te bendigo, hija Mía, en el Santo Nombre del Padre, en el Santo Nombre del Hijo, con el dulce Espíritu de Santidad. Amén.

 

 

JNSR: Gracias, mi Dulce Jesús.