YO SOY EL RESUCITADO
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Pascua, 16 de abril de 2006.
JESUS: Como una cascada trepidante, JESUS Se lanza del
Cielo para llenar la Tierra de todo Su Amor. Abrid
vuestros corazones y vuestros oídos para escucharLe. Dejaos impregnar por
Su Belleza, vuestra alma está deslumbrada
por Su proximidad. Es un hambre repentina:
vosotros tenéis necesidad del alimento de Su Palabra; es una sed ardiente de saber siempre más sobre la enseñanza que
vuestro Señor da a vuestras almas. Es una
educación permanente dispensada a lo largo de toda vuestra vida, esta Vida
que continúa en la Eternidad con Dios.
Pero, ¿qué os dice el
Maestro? JESUS os dice: Haced y Yo haré.
Ningún agua, por pura que sea, puede dar vida a una planta muerta por la
sequía, quemada por el sol. Un ser insensible, que rechaza Mi Palabra de Vida,
es un ser muerto. En medio de un campo de trigo, la cizaña está destinada a la
destrucción, está destinada, de antemano, al fuego.
“Dios es un Alimento”, dicen algunos al recibir la Santa Eucaristía, porque sienten dentro de ellos una Fuerza
Nueva. Yo os digo: el Amor es Vida. En
la Eucaristía, Dios Se dona como Se donó en Su Cruz por Amor a
vosotros, para daros Su Vida.
El Amor, el Sufrimiento y la
Vida, este
es el capital de Dios. Si vosotros
sabéis amar hasta el Sufrimiento y aceptar este Sufrimiento por Amor, entonces
os será fácil entregar la propia vida. Es
lo que hizo vuestro Dios por cada uno de vosotros. No puede haber verdadera
Vida sin Amor: el Amor creó la Vida.
Para conocer el Precio
de la Vida,
de la verdadera Vida que viene de Dios, tu Señor te ha mostrado Su Amor. Su
Amor Se sumergió en el Sufrimiento extremo
hasta la muerte, y la muerte en la Cruz, para donarte Su Vida.
La
Resurrección
pasa por la muerte, es el Pasaje que
Yo he cumplido para que todos comprendieseis que JESUS ha vencido la Muerte. Yo soy el Primogénito en el Cielo. Yo soy el Camino, la
Verdad y la
Vida. Quien
Me sigue, no se perderá jamás y vivirá eternamente.
Venid y seguidMe.
Yo soy el Resucitado†
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