LOS MANDAMIENTOS DE DIOS

*******

25 de marzo de 2006 - La Anunciación

 

 

JESUS: Vuestra Nueva Tierra descansará sobre el primer Mandamiento de Dios. Recordad que Dios siempre Se acuerda de Sus hijos: ninguno es, ni será olvidado. Cada vez que Dios interviene en vuestra vida, cuando hay una dirección que tomar, El espera el momento y no os olvida mientras tanto, porque todo se prepara en El.

            Después de la construcción de Mi Cruz Gloriosa, vendrá ese Tiempo de Paz que Yo te he anunciado. Tiempo activo para construir esta Paz, Yo Mismo os guiaré.

            Yo no escogí expertos en investigación de lo desconocido para renovar este Pueblo que debe renacer; Yo deseo que todas las Naciones se unan y que los corazones se tornen maleables, para dejarse habitar por el Espíritu de Santidad.

            El hombre no debe dominar, sino dejarse guiar por Dios.

            Yo sólo deseo lo mejor. Este Nuevo Tiempo, lo debéis considerar como un regalo de Dios, esto es, sin ningún mérito de vuestra parte, un Don de Amor y de Bondad. Dios tiene Piedad de Su Pueblo. Yo quiero hacerlo salir del abismo en que él mismo se ha dejado caer, invadido por el Mal.

            Yo os he hablado de una renovación: una Era de Paz está por comenzar. Como el niño pequeñito que empieza a hablar y que intenta dar sus primeros pasos, así será para cada uno de vosotros. Una aventura que promete una recompensa, que será preciso merecer. Solos, vosotros no podréis conseguirlo, será necesario que os unáis.

            Todos juntos, vosotros pediréis cada día la Santa Bendición del Padre que os reúne para renovar la Tierra. No penséis que va a ocurrir ante vosotros una experiencia MAGICA. Siempre es lo que ya Yo he creado, lo que Yo os doy, pero éste es el modo de hacer obrar los bienes que no habéis visto y que ya están aquí. Todo vive en vuestra Tierra. Administradla como se debe para que ella sea útil para cada hijo y que cada hijo sea consciente de que no obtendrá su parte si no comparte con su hermano.

            Yo os enseñaré a compartir con el que está cerca de vosotros, así como con el que está lejos. Esto será lo que os espera. Vosotros encontraréis el agua, el pan, el trabajo, para hacer de ellos la debida permuta según vuestras necesidades. Porque vosotros debéis comprender que ninguno podrá enriquecerse a costa de otro hermano.

            No, no es un sueño. La realidad será más bella que el sueño, porque Dios coordinará todo, pues por primera vez, vosotros comprenderéis que debéis dirigiros, en primer lugar, a Mi Padre, Dios Soberano, que Me ha entregado todo el Poder. Será el Respeto por la familia lo que vosotros comenzaréis a comprender y que no vais a olvidar jamás. Porque vosotros debéis vivir cada día la Santa Ley de Dios, sin omitir ni uno solo de Sus Mandamientos.

            Yo os recordaré constantemente lo principal, para que la armonía regrese en todo y para que el Orden, que Dios puso en todas las cosas para el Equilibrio de la Vida, así como para la estabilidad de la Tierra y del Universo en general, jamás sea desestabilizado, por todas las malas influencias que han venido a instalarse en los espíritus desviados del objetivo principal: vivir con Dios, vuestro Padre Creador, JESUCRISTO el Hijo Redentor y el Espíritu Santo Pacificador.

            No olvidéis jamás que el mundo se edificará sobre la única base que le conviene:

Yo soy el Fundamento de vuestra Nueva Tierra.

 

Vuestro Señor JESUCRISTO.

 

 

 

 

 

            El primer Mandamiento:

            Adorarás sólo a Dios y Le amarás sobre todas las cosas.