LOS ANGELES DE DIOS
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25 de febrero de 2006.
DIOS: Los hijos de Dios
deben invocar a su Padre que está en los Cielos: de este modo se aproximan cada
vez más a El. A veces la Oración se torna una conversación silenciosa entre
Padre e hijo, entre un corazón de hijo y el Manso Corazón Divino que responde
con un murmullo, un leve
estremecimiento apenas conocido por quien lo siente. Quienes se acercasen a
escucharlo quedarían muy sorprendidos: no oirían nada, pero podrían ver, en el
rostro del hijo que habla a su Dios, una
irradiación de felicidad, una luz hecha de alegría.
Se trata de una
contemplación, un éxtasis, un rapto. Y es sólo eso lo que puede ver quien busca
ser testigo de ese encuentro entre hijo y Padre.
Nosotros, LOS ANGELES DE DIOS, por nuestra parte, podemos deciros
que existe otra Oración, es la Obediencia a
Dios y ello significa también
que la Oración es realizada en
sumisión a la
Voluntad de Dios.
Es un acto de Fe: “Yo creo en Vos, Señor, y Os doy Gracias por la Obediencia a
Vuestra Santa Palabra”. Es la Oración completa, un simple suspiro de Amor, un manso
gemido como una suave brisa en una llanura que adormece bajo el sol poniente
del mes de Agosto. Esta Oración es el reposo del espíritu que, después del esfuerzo realizado, entró en el Espíritu.
Y después, está también la Oración que os pide la Santa Madre de Dios, el
Rosario, con sus quince Misterios. ¡Cuántos sufrimientos son calmados o
suavizados con esta dulce Oración! Aún los niños pequeños, los enfermos
hospitalizados o postrados en sus cuartos, las madres, los padres, rezan todos
los días esta dulce Oración tan eficaz. Porque es dirigida a la Santa Madre de los Dolores, e inmediatamente compartida con todos
los infelices, con todos los enfermos, con todos los que sufren y ofrecen su
sufrimiento para la Gloria de
Dios y la
Salvación del Mundo.
Vosotros, los que rezáis, pedidnos, pedid a
todos vuestros Ángeles de la Guarda, a todos los Ángeles de Dios, que vengan a rezar con vosotros, todos los
días, el Rosario de MARIA.
Los sufrimientos compartidos entre la Santísima Virgen MARIA y los hombres, abren inmediatamente la Puerta del Corazón Divino y Sagrado de JESUCRISTO,
porque la Santa Madre participó en todos los Sufrimientos de Su Adorable
Hijo. Y porque este Hijo, que es también Su Dios, compartió con todos los
hombres Su Amor Filial, dando a Su Dulce Mamá el Título de Madre de los hombres.
DIOS: Ya es muy tarde: donde quiera que os
encontréis, ¡recogeos y rezad! Id a
lo esencial, al Designio de Dios, a la
Obediencia. Dios
viene a renovar el Mundo, que pasa a toda velocidad. Entrad en el Espíritu de Dios. Dejaos guiar. Con vuestros Santos
Ángeles, construid ya el Hombre Nuevo que
duerme en vosotros, como dormía en el seno de la tierra el primer Hombre, antes
de que Dios le despertase, para hacer de él Su primera Criatura. Hoy, con la Ayuda de Dios, solo vosotros vais a hacerle renacer, para que él sea más espíritu
que carne. En efecto, el hombre va a
pasar a ser semejante a Dios en su próximo cara a Cara.
A todos y cada uno, Dios dice: “Con un nuevo nacimiento en evolución en
vosotros mismos, os ponéis en marcha hacia la
Nueva Jerusalén y Yo
os mostraré Mi Cruz. ¡Aproximaos a la Cruz que
Dios os pide que levantéis! Ella
llama a los buenos y a los menos buenos, porque sólo ella puede levantar a
todos los menos del Mundo, a todos los descarriados de este Tiempo, a todos los
que creen y a los que no creen en la Promesa de Dios:
Al elevar vuestra mirada,
¡vosotros CREEREIS!
Es en esta Cruz que,
al mirarla a lo alto de sus 738 metros, el espíritu se torna Espíritu y la carne se
glorifica por la Esperanza del Dios
Vivo.
De esta Cruz, el mismo Dios hará Su Árbol de Vida y a cada uno El dará
los frutos que ya habrán madurado en la misma Elevación de la Cruz, cuando
la Iglesia haya
pronunciado su SI.
Es la
Encarnación del
Hijo de Dios que eleva esta Cruz. El ha venido por esto.
Sólo
la inocencia puede levantar el peso de la
Cruz. Nadie
será capaz de sostenerla. Ella es portadora del peso del Sufrimiento y del Amor
de un Dios, para salvar a Su Pueblo.
¿Y por qué razón quiso JESUCRISTO Su Cruz? Para reunir a todos Sus hijos y para
volveros a encontrar a todos en El. En
efecto, Dios es el Reino y Su Voluntad es su Templo. Rezad a los Santos Ángeles para que Dios realice Sus designios. Por
el Amor de Dios, rezad a los Santos
Ángeles, porque Dios les ama.
Elevad inmediatamente la Cruz de
vuestro Señor
antes de
que Babel levante la suya.
Dios en Sus
Ángeles y en Sus Santos. Amén.
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