TOTUS TUUS

Mi hija de Luz

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1 de enero de 2006 - Santa MARIA, Madre de Dios

 

 

JESUS: Las flores silvestres crecen y se desarrollan con el viento y beben el agua del cielo que Dios les da. Ellas se apoyan tan solo en lo que está a su lado, porque su apoyo no viene de los hombres. Y es por eso mismo que ellas son más resistentes, al saber que no pueden contar más que con Dios y que Dios da lo mejor a aquél que tiene Confianza en El. Tú no tienes ningún verdadero apoyo que te venga de los hombres. Como una flor silvestre, tú te apoyas en lo que Yo he puesto a tu lado, porque Yo deseaba que tú te elevases sobre todas las espinas de la vida. Las flores de los campos no buscan nada, pero aceptan la caricia del viento, aunque él a veces sea violento, porque ellas deben deshojarse y dar día tras día sus pétalos a Aquél que las creó.

            Tú has sabido resistir a los vientos destructores de los envidiosos, a la aridez de los corazones que te rodeaban, a la inundación de los seductores que pretendían lo que Dios te daba a ti.

            Tú no has visto más que Mi mano benefactora que te abría el Paso y Mi Corazón generoso, que no ha dejado de darte Su Alimento. Tú avanzaste, a pesar de tu fatiga y de tu pena, hacia ese Fin, tan lejos y tan cerca de ti que, en esta caminata hacia la Vida, sí, Mi Vida Eterna, ¡tú misma la encontraste! Porque, Yo te amo, radiante de Amor y frágil como la amapola que crece en medio del trigo, pan de Dios para la Humanidad.

            Y es por eso que Yo te di Mi Cruz, Flor de perfumes suaves, dulces y amargos como la Vida del Hijo del Hombre.

 

Hija Mía, JNSR de la Cruz,

Jesús de Nazaret, Señor y Rey.