JESUS HABLA A SU IGLESIA

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7 de diciembre de 2005.- San Ambrosio

 

JESUS: El Espíritu Santo que desciende del Cielo en este tiempo de Navidad, Se dirige a la Iglesia, Esposa Santa de Cristo JESUS: “Por tu Señor, abre tu corazón. Enciende tu lámpara. ¡El Esposo viene! La Súplica del Espíritu Santo se hace cada vez más ardiente a Su Iglesia. El le dice:

            ¿Estás sin voz? ¿No oyes? ¿Será que tu oído no siente ya el paso de tu Señor y Rey? ¿Tu boca se estará quedando muda por no aclamarLe más? ¡NO DUERMAS MÁS! ¡Despierta! Tú lámpara todavía tiene suficiente aceite para acogerLe y para iluminar el camino a las Ovejas Descarriadas. ¡Ven a El! JESUS te llama:

 

“Ven, por Mi Santa Cruz. Ven, Iglesia del Salvador.

¡Ven a iluminar la Cruz de tu Maestro y Señor!”

 

            El Árbol de Vida está plantado en la montaña. Pero no tiene la Vida, la espera. Hoy, la Vida no puede venir más que de Su Iglesia, a la cual JESUS ha dado Su Vida.

 

Iglesia, Mi Cruz te espera. ¡Ven, Yo estoy aquí con Mi Cruz!

 

            El Mundo dice: “¿Qué Cruz es ésta, levantada en estos Tiempos del Fin? ¿Qué anuncia ella? ¿Es ella la que viene a cerrar el tiempo de las Naciones en guerra? ¿Aquella que viene a abrir la Era Nueva de Cristo JESUS en Gloria, en la Paz y la Alegría?”

            Este mundo sin Dios está muerto, así como esa Cruz que no puede iluminar los corazones, porque todavía no ha sido bendecida por su Iglesia. Ella espera la Vida de su Dios en su santa Bendición y Mi Cruz implora a su Iglesia que se la dé, porque Yo le he otorgado este Poder.

La Vida de una Cruz está en la Santa Bendición del Resucitado

dada por Su Iglesia Inmaculada, Inmaculada como vuestra Santa Madre,

Santa MARIA, Madre de la Iglesia.

 

            Entonces, de esta noche profunda, en la que el Mal ha sumergido el Mundo, nacerá el Día de Dios en la Luz de la Cruz Gloriosa, que anuncia el Regreso de Cristo en Gloria. Honor y Gloria al País que sea portador de la Cruz de Amor convertida en Gloriosa por la Divina Luz del Crucificado Resucitado que venció la muerte. Dios bendice a la Iglesia que hace avanzar el Día de Dios.

            Vosotros habéis invertido el mecanismo del Mundo colocando al hombre en el lugar de Dios.

            Para restablecer el equilibrio en vuestro planeta, es urgente dejar de poner obstáculos a la Santa Voluntad del Todopoderoso.

 

Los ataques del Mal desaparecerán ante la Obediencia a Dios.

¡Por esta Cruz, Nosotros venceremos!

Dios es Amor .