LOS DISCAPACITADOS

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22 de noviembre de 2005 - Santa Cecilia

 

JESUS: ¿Por qué los discapacitados? Ellos no están escondidos. Sois vosotros quienes, juzgándoos saludables, estáis en la faz escondida de este mundo. Como la Luna, que se esconde a medias para que la adivinemos. Los discapacitados existen para algo más importante, para deciros: “los discapacitados sois vosotros”.

Todos vosotros sois los discapacitados del pecado. Todos habéis deformado la Imagen sagrada que Dios puso en cada uno.

El Sufrimiento rescata. ¿Aceptáis acaso el que os es asignado? ¿Lo soportáis vosotros mismos o lo habéis rechazado? ¿No será acaso ese que tenéis frente a vosotros quien lo soporta? ¿Qué sabéis vosotros?

Respetad al que sufre. No le huyáis. Ayudadle a llevar esa Cruz que es tal vez la vuestra o la de uno de los vuestros. Este Misterio se conjuga en todos los tiempos. ¿Quién sabe si aquél que ya está en el Cielo habrá llevado la vuestra? ¿Será, tal vez, que vosotros también lleváis la que no puede llevar el que aún espera entrar en el Cielo? ¿Qué sabéis, ciertamente, de la Comunión de los Santos?

 

Vosotros seréis salvados los unos por los otros.

 

¿Dónde se encontrará aquél que comparta vuestra Cruz demasiado pesada? ¿Estará en vuestro País o en otro lugar? ¿No estará en el frío de la noche donde nadie le ve? ¿No estará, sufriendo, en un hospital desconocido?

Y vosotros mismos, ¿no llevaréis, sin duda, la Cruz terrible de vuestro enemigo? Y vuestro enemigo, ¿no llevará, por ventura, vuestra propia Cruz? Sí, Yo os digo: Amad a vuestros enemigos, porque para Dios, vosotros sois todos Sus hijos solidarios. Cuando hayáis conocido todo esto y lo apliquéis, dando todo vuestro Amor y vuestro Perdón al prójimo, el fardo será menos pesado para todos, para cada uno de vosotros. Y Dios podrá actuar en vosotros, para Salvación del Mundo.

La Salvación final que conduce a la Paz de Dios en la Tierra, y la Conversión final que abre el Camino de Dios. En la tierra como en el Cielo por la Unión perfecta de la Nueva Tierra y de los Nuevos Cielos.

Amén.