LA CADENA DEL TRIUNFO DE MARIA
Y DEL TRIUNFO DE LA SANTA IGLESIA DE JESUS
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25 de octubre de 2005 - San Simón y San Judas
EL ESPIRITU SANTO: Es la cadena universal de Amor que salvará al
mundo, unidos los unos a los otros. El Cielo y la Tierra son llamados a unirse, para unir a todos los
hijos al Padre de toda Bondad.
Los Santos Ángeles de Dios y los Santos del Cielo os
piden que os unáis a esta Cadena de amor que os vuelve a ligar a Dios. Vuestro
Señor JESUCRISTO es la Cabeza de Su Iglesia. Dios, Padre Todopoderoso, Creador del
Cielo y de la Tierra, del Universo visible e invisible, escogió a MARIA
para intervenir en la transformación de la Iglesia de la Tierra: la Iglesia, tal como ella ya es en el Cielo, magnífica,
enteramente iluminada por la Gloria de Su Cristo, sin mancha ni arruga.
Para ello, la Iglesia de la Tierra, la Iglesia militante, debe reconocer el Dogma completo que se relaciona con la
Santa Madre de
Dios, la Madre de la Iglesia de la que JESUS es el Maestro y Señor
indiscutible. Este Dogma ya es reconocido
en el Cielo, desde el día en que Santa MARIA fue coronada reina del cielo y de la Tierra, por las manos de Su Divino Hijo JESUCRISTO; en
el día de Su Gloriosa Asunción, en el que ya MARIA podía decir: Yo soy la
Divina Inmaculada
Concepción.
Será por este Dogma, y por esta Verdad indiscutible,
que sonará la Hora del Triunfo de MARIA, la Victoria de la Humildad sobre el Orgullo.
MARIA es llena del Espíritu de Santidad, el mismo Espíritu Santo que renovará la
Iglesia. Por
decisión de Dios, MARIA no puede triunfar sino por la Iglesia de la Tierra, y esta no podrá triunfar sino por MARIA,
porque es precisamente Ella quien detenta su título de Gloria Eterna. Ellas están ligadas entre sí por este Dogma que
la declara Divina y sin pecado, porque Ella Misma es concebida por el Espíritu
Santo, de Quien es también la Esposa.
La Iglesia nació del Divino Sagrado Corazón de JESUS.
MARIA es la Madre de la Iglesia, porque es la Madre de JESUS.
La Madre de Dios y la Santa Iglesia son solidariamente responsables
del mayor Salvamento
del mundo.
Ambas poseen la llave que volverá a dar la Paz al mundo, la Gloria a Dios, la Gloria a MARIA, la Gloria a la Iglesia.
Es el Triunfo de MARIA.
El Espíritu Santo de Luz. Amén †.