POCO A POCO, YO CONTINUO REVELANDOTE
LO NECESARIO PARA MIS HIJOS
*******
17 de octubre de 2005, 6 horas.
JNSR: Señor, yo no he dormido ni
cinco minutos esta noche, y Vos acabáis de decirme lo que escribí esta mañana.
Señor, Vos sois Grande y yo soy tan pequeñita delante de Vos, tan
insignificante. Os agradezco de todo corazón que Os sirváis de mí para bien de
todos mis hermanos.
JESUS: He
aquí que el Cielo se va a cerrar en breve, pero tú no estarás sola. Yo Mismo envío a
Los falsos profetas serán apartados y no harán más que
repetir lo que oyen de los verdaderos. Vosotros les volveréis a encontrar. No
les juzguéis. Yo Mismo vendré para glorificar a todos cuantos Me han servido.
Es muy importante que continuéis informando a vuestros
hermanos:
Seguid protegiéndoos. Las tempestades son temibles, grandes cambios
en un mismo día pueden llevaros del frío intenso a un calor que mete miedo.
Avalanchas, desplazamientos de tierra frecuentes, pequeños y grandes volcanes,
en el mundo, harán huir a las gentes.
Estad preparados para evitar las celadas del Maligno, porque ellas serán
cada vez más numerosas, cada vez más perversas. NADA se hará en calma porque,
visto desde el Cielo, todo será como un
hormiguero. Satanás se alegra; su pie hendido acaba de dispersar a
El Nuevo Mundo será vuestra
recompensa, porque estará
unido al Cielo de Gloria. Mas debe ser merecido, y es por ello que Yo os digo que todo se
construye en lo Invisible porque este Mundo ya está edificado en el Pensamiento de vuestro Padre, Creador del
Cielo y de
Aunque vosotros creáis haber llegado ya al Reino Santo
de
El gran Profeta Elías,
con Eliseo, os ayudará a abrir todas
las aguas que os sean un obstáculo.
Lo que vosotros vais a realizar con ellos estará en
Acoged a todos vuestros
hermanos, no los dejéis morir
de hambre, de sed y de frío, en todos esos caminos desiertos. Sed caritativos. No juzguéis. Dios os cubrirá con Su
Manto y vosotros no tendréis ni frío, ni
calor, daréis de comer a vuestra hambre y de beber a vuestra sed.
Yo soy el Dios de
Si rechazáis a los miserables, vosotros mismos os
condenáis y os arrojáis fuera de
Los Dos Sagrados Corazones
Unidos.
†
† †