¿CUÁL ES EL PRECIO DE VUESTRA NUEVA TIERRA?

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3 de septiembre de 2005 - San Gregorio Magno

 

JESUS: La Verdad viene de Dios. Yo te permito que escribas: He aquí que viene el Fin de estos Tiempos. Todo se cumple según las Escrituras. Cuando Yo anuncié, a Mis primeros Apóstoles, que iba a morir en Mi Santa Cruz, a la protesta de Pedro: “yo no Te lo permitiré”, Yo le respondí: “¡Vete Satanás, apártate de Mí!”.

 

Nadie podrá ir en contra de la Santa Voluntad de Dios.

           

Y aunque, con vuestros ojos de carne, no hubieseis visto abrirse los cielos, sabed que son Mi Sufrimiento de Amor y Mi Santa Obediencia a Mi Padre Bienamado los que constituyen los testimonios de la Bondad del Padre, que no esperaba sino el Poder del Amor de Su Bienamado Hijo: y él nació espontáneamente en Su Cruz de Sufrimiento de Amor. Con esta única Fuerza, el Padre Eterno liberará a todos Sus hijos, víctimas del Primer Pecado del hombre contra Dios.

 

Este Poder de Amor de Cristo

a Su Padre Bienamado

 y a Sus hermanos en Dios,

 abrió los Cielos para todas las almas arrepentidas

que recibieron el Perdón total

de la Santísima Trinidad de Amor.

 

Hoy, mientras sois avisados, del mayor al más pequeño de vuestra moderna sociedad, vosotros habéis seguido pecando sin ninguna vergüenza, contra Dios, contra Su Creación, contra todos vuestros hermanos sumergidos aún en la pobreza. Sabed que Yo soy manso y humilde de Corazón y Mi Padre, cuya Bondad es infinita, quiere reparar vuestra insolencia, vuestro desprecio para con el Hijo de Dios, que dio Su Vida, para que vosotros tengáis la Vida Eterna. Hoy Yo vengo a preguntaros:

¿Cuál es vuestro agradecimiento? ¿Cuál es vuestro don de Amor a vuestro Dios Creador, Salvador, Santificador? ¿Qué podréis hacer para vuestro Salvador, para glorificar Su Divino Sagrado Corazón que tanto sufrió por vosotros? ¿Cuál es vuestra Ofrenda de Amor, para apaciguar ese Manso Corazón que continúa amándoos sin recompensa y que no ha recibido más que ingratitud de parte de todos? ¿Acaso os acordáis de que Dios os creó a Su Imagen?

            ¿Desearíais realmente pareceros a Mí? RespondedMe a esta pregunta:

 

Para vosotros, ¿quién soy Yo?

 

En la subversión de los elementos, en el desprecio del Amor, está representada vuestra propia Cruz, en vuestra martirizada Tierra. Las Escrituras os han advertido que en este tristísimo momento al que vosotros ya habéis llegado, envidiaríais a los muertos que están en la Eternidad Bienaventurada de Dios.

Vuestro Sufrimiento pasa a ser salvador, vuestra Cruz es este mundo en el que todavía estáis clavados, al no hacer sino un solo cuerpo Víctima expiatoria, como vuestro Salvador. Un cuerpo único, formado por todos los cuerpos reunidos. La Oración que Yo Mismo hice a Mi Padre está en vías de cumplirse:

 

“Que ellos no hagan sino Uno” en el Sufrimiento.

“Para que todos sean uno solo como Tú, oh Padre,

estás en Mí y Yo en Ti,

que también ellos estén en Nosotros” (Jn 17, 21).

 

Y así mismo Dios, que os abrió la Puerta del Cielo, os ayuda hoy a recibir vuestra Nueva Tierra purificada. Vuestra Cruz de Sufrimiento es su llave. Yo estoy ahí con todos vosotros, como os lo prometí, hasta el Fin de los Tiempos, para acompañaros con Mi amor, para ayudaros a merecer esta gran recompensa, vuestra Nueva Tierra. Yo os obtuve el Cielo de Dios por toda la Eternidad. Manteneos firmes y rezad a JESÚS y MARIA, agradecedLes. El parto es un gran dolor general y, en breve, la Alegría.

He aquí que el hijo que Dios os confía a cada uno de vosotros, es vuestra Nueva Tierra. Para toda la Humanidad, es su verdadera cuna. Tened cuidado con ella, abrid vuestros brazos, que Yo Mismo os la doy bella y pura. El sufrimiento conduce a la Esperanza, que viene a habitar en vuestra Tierra.

 

Todo es Amor. ¿Y vosotros Me amáis?

Si Me amáis, venceréis en la Gran Prueba.

Bendecid a vuestro Dios, que os bendice † Amén.

JESUCRISTO.