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31 de agosto de 2005 - MARIA, Madre y Mediadora
JNSR: Señor, ¿me queréis hablar hoy para Vuestros hijos?
JESUS: Ya aparecen
los primeros destellos en vuestros espíritus. Vosotros ya sentís Mi Presencia
en vuestros corazones, Me entreabrís la puerta hasta ahora cerrada y comenzáis
a comprenderMe. El Soplo de Dios comienza a deshacer algunas asperezas que se
han formado a lo largo de muchos años, en vuestros espíritus y que no dejan
pasar Mi Luz.
Hoy, vengo a despertar a aquellos a quien Mi Padre llama en último lugar. El primer trabajo
que les será pedido será el aprendizaje que
les descubrirá la verdadera naturaleza de su alma. Mis Obreros de la última
hora ni siquiera saben lo que son: en toda su vida, no han oído sino lo que con
tanto esmero les han querido decir: indolentes,
incapaces de hacer nada bien, inútiles y pobres de espíritu.
Pero, también Yo fui tratado como “glotón y bebedor” y, hoy mismo, todavía algunos dudan de Mi
Divinidad. Mas Yo soy el único que os
conoce perfectamente, para poderos juzgar
justamente.
En verdad, el Mundo no ha progresado mucho en
inteligencia del corazón. El progreso no ha hecho otra cosa más que esconder Mi
Verdad; y vosotros, que creéis saber todo, al final soy Yo quien sabe lo que
interesa a la mayoría: aplastar los pies de aquellos que juzgáis como inútiles y sin capacidad para nada. Pero
muy pronto vais a cambiar de opinión, porque Yo Mismo vengo a transformar los corazones. Por fin vais
a reconocer, apreciar y acoger muy bien a aquellos que os vienen a ofrecer su
ayuda, su auxilio e incluso su propia experiencia de vida. Veréis florecer los
desiertos, correr el agua fresca de antiguos volcanes y hasta surgir botones y
brotes frescos de la madera seca.
Veréis cosas inesperadas, inconcebibles. Este tiempo de desastres anuncia justamente
Hoy, no consideréis al Poder y al Dinero como el
verdadero motor de vuestra sociedad. Tendréis gran necesidad de las manos de
las que nacerá, con
Para merecer que vuestra Tierra se levante y viva,
TODO será puesto en común: tanto la alegría como el sufrimiento, tanto la
paciencia como la esperanza, tanto la indigencia como lo necesario, y tanto
Los Obreros manifestarán y pondrán en acción todo su
saber; su corazón estará repleto de Mi Perdón. Yo Mismo veo su sincero
arrepentimiento, como veo en sus ojos esa nueva Luz que habita todo su ser. Es
Vigilancia o fiscalización en este Nuevo Mundo: cada
uno sabe cual es su deber, cada uno mirará al otro, antes que contemplarse a sí
mismo. Todos tomaréis muy a pecho el ayudar siempre a vuestro prójimo. No habrá
lugar alguno para lo que desagrade a Dios.
La primera vez que Yo vine a
Vosotros jamás estaréis solos. Yo Mismo os guiaré. Mi Espíritu Santo viene a
realizar
Que el Amor de Dios os bendiga †.
JESUCRISTO
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