ESTE ES EL TIEMPO DE LAS NACIONES

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23 de agosto de 2005 - Santa Rosa de Lima

 

UNA VOZ: Todo el Mundo es sacudido por el luto y el sufrimiento. Las llagas de la Tierra no cesan de propagarse y los labios quedan verdaderamente mudos, por no poder dar una respuesta a tantas infelicidades. Por otro lado, las alegrías son ficticias y no pueden hacer desaparecer tanto dolor.

 

JNSR: ¿Y por qué, Señor? ¿Qué le pasa, entonces, a nuestra Tierra? ¿Qué hacer, ante tantas infelicidades? ¿Seremos todos responsables?

 

JESUS: Esta revolución de todos los elementos, estas guerras y estos rumores de guerras, toda la astucia del Mundo para conseguir y obtener el Poder y la Riqueza, todo el lodo de esta sociedad nefasta, todo esto brotará hasta el Fin de los Tiempos.

Como una llaga abierta, el Mundo soporta esta dolorosa vergüenza de la culpabilidad de las Naciones ricas que acumularon en sus cofres y graneros, más de las tres cuartas partes del Patrimonio de Dios.

Sí, vosotros seréis salvados los unos por los otros y no sabréis sino en el Cielo quien fue escogido para extenderos la mano. REZAD por el Perdón de las Naciones. La Llaga de estos Tiempos espera por los cuidados necesarios para curarse y volver a cerrar. El Sufrimiento de la Tierra debe desaparecer por completo, para que vuestra Tierra pase a ser nuevamente la Madre nutricia, que acoge a todos sus hijos.

Esta época es la más cruel y la más desconcertante de todas las épocas; pero también es la más maravillosa, porque anuncia esa Era de Paz tan esperada. Es la calma, después de la tempestad; la alegría, después de la infelicidad. En una palabra: Mi Regreso Glorioso a los hombres de Buena Voluntad, los que ya Me esperan en su corazón y que saben darMe el Nombre de JESUS Salvador del Mundo. Ellos esperan por Mí en estos Tiempos de dolores. Estos Tiempos revelan y desarrollan aún más el Dolor de todos los dolores, el del Parto.

Todos los Pueblos deben esforzarse por reunir todas las fuerzas del Bien, de la Esperanza, de la Consolación, de la Cooperación, de la Caridad. En una palabra: todos los Pueblos deben pasar a ser Amor, para acoger la criatura que está por nacer:

 

Vuestra Tierra Nueva, nacida del Amor de Dios

 con el Amor de los hombres.

 

JESUCRISTO †