SEÑOR, MI DULCE JESUS DE AMOR,

NOSOTROS NO OS HEMOS COMPRENDIDO

*******

24 de julio de 2005.

 

JESUS: Vosotros no habéis comprendido como es Mi Divino Corazón, temiéndoLe al punto de que os habéis escondido de Mí, cuando la verdad es que Yo he venido a levantar del suelo a quien cae y a encerrarlo entre Mis brazos, todas las veces que la caída se repitiese.

Yo vine para el pecador, para el enfermo del alma y para el enfermo del cuerpo, para el sordo que ya no oye Mi llamado, para el mudo que ya no sabe decir Mi Nombre. Yo ya no puedo esconder Mi Amor por más tiempo. Para aquél que huye de Mí, Yo Mismo Me pongo delante de él. Yo lo colmo de Alegría. El no se da cuenta todavía de que Yo estoy presente, y mientras tanto su corazón late más fuertemente. Por un paso que él de, Yo daré dos, daré tres, porque Yo tengo mucha Paciencia; pero la hora va a sonar en breve.

¿Estará él listo… para venir a Mí?... ¡Vosotros estaréis listos! Ciertamente, Yo no deseo la pérdida de una sola de Mis ovejas y esperaré hasta la última. Hijitos, vosotros no podéis y jamás podréis rechazar Mi Amor, porque él forma parte de vuestra vida. El está en vosotros como está en Mí, porque Yo vivo en vosotros como vosotros vivís en Mí.

Entonces ¿será difícil creer en el Amor, que es el motor de la Vida? Mirad vosotros mismos a vuestro alrededor: todo cae y se destruye sin el Amor. Hijitos, el odio destruye, el Amor construye.

Yo vengo a construir con vosotros un mundo nuevo.

El Reino de Dios viene a instalarse en la Tierra, aprended ya a vivir en la Alegría.

Yo vengo a traeros Mi Paz.

Yo vengo a instaurar el Reino de Dios en la Tierra.

Y he aquí que Yo vengo. Amén.

Ven, Señor Jesús.

Yo soy el Amor.

Amén.