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30 de abril de 2005 - San Pío V
JNSR: Señor, Vos me habéis dicho siempre que,
cuando me hablabais, era como si os oyese por las ondas. Y yo comprendí que,
para recibir Vuestra Palabra, yo era como un receptor, un instrumento que la
podría captar. Y cuando Vos quisisteis que ella fuese difundida por todas
partes, Vos Mismo habéis escogido a un joven de gran competencia en
informática. Fue él mismo, Alain, quien me propuso colocar en Internet los
Mensajes que recibo. Debido al interés y entusiasmo que él le daba a una
difusión de tal amplitud, yo tuve miedo, porque vi el desastre que podían
provocar las malas ondas a todos los hijos del mundo.
JESUS, Vos
me dijisteis entonces: “Fui
Yo quien os escogí, invadid las ondas con Mi Amor”. Sois Vos, Señor, que movilizáis y que Os servís de Vuestros Obreros al
servicio de Vuestra Santa Venida.
Alain
me describió este medio, Internet, como el mejor para llevar el Mensaje de
Cristo-Amor hasta los confines del Mundo y en todas las lenguas de
Sólo
Dios podría reunir todos estos Sus hijos hacia Sí, a fin de ofrecerLe sus
cuidados y su inteligencia al servicio de esta Cadena de Amor. Señor
JESUCRISTO, cuando ponemos toda nuestra confianza en Vos, jamás quedamos
decepcionados. Es Vuestra Grandeza la que toma lugar en nuestros corazones. Vos
Mismo les ampliáis a la medida de Vuestra Santa Gracia, que nosotros terminamos
por recibir en abundancia. Para realizar tan maravillosa tarea, Vuestra Santa
Bendición pasa a ser, en nosotros, Vuestra propia aprobación y nosotros
recibimos entonces Vuestra Fuerza, para cumplir hasta el fin Vuestra Santa
Voluntad. ¡GRACIAS, mi Dios de Amor!
JESUS: Yo os muestro Mi Camino. El está en Mi Palabra, dada y
transmitida por las ondas de Amor. Aquellos que la oyeren, aquellos que la leyeren,
aquellos que la llevaren a todas partes, todos ellos habrán comprendido que hoy
Dios Se sirve de todos los medios de comunicación, a fin de que se realice
Sed diligentes, no
retardéis el crecimiento de Mi información: es
el pequeño grano de Amor-Alegría que Yo Mismo introduzco en cada corazón. Haceos
tierra fértil, para que ese pequeño granito crezca bien derechito, para dar
muchos frutos.
Yo siempre estaré con vosotros a lo largo de toda esta Evangelización, que
se hará como ninguna otra fue hecha hasta este día. Como un inmenso cilindro
eléctrico, ella deslumbrará por todas partes. Yo amo a Mis hijos, de todas las razas, de todas partes.
Nadie resistirá al Amor de Aquél que es Padre,
Hijo y Espíritu Santo. Todos vosotros seréis llamados a seguirMe, porque Yo soy
vuestro Dios Único y Verdadero. Os será
más fácil abrir vuestro corazón al Amor, que seguir al pie de la letra una
religión sin Amor.
Yo escogí primero a
aquellos que Me oyen a través de las ondas. Yo Mismo los guío día y noche.
Ellos están unidos a Mi Santa Cruz. Mi Espíritu Santo vela por ellos, porque
han recibido el Don supremo de Mi Amor: Mi
Santa Cruz y Mi Corona de Espinas. Ellos hablan sin temor, donde quiera que
se encuentren. Lo que debéis apreciar en ellos no es el valor, sino simplemente
A todos vosotros, los
Benditos de Mi Padre: si estáis dispuestos a ayudar a vuestro Dios en esta
grande y última fase de Mi Evangelización mundial, entonces, invadid las ondas, hacedlas llevar Mi
Palabra salvadora. Movilizad en todas partes los aparatos de transmisión del
sonido y de la imagen. Dios no debe
permanecer más tiempo desconocido.
Fui Yo quien os di la posibilidad de inventar
todos esos instrumentos portadores de ondas e imágenes, pantallas de
televisión, cine, video, radio, toda la informática, para la buena Causa. Si vosotros consiguieseis tomar semejante
fortaleza, entonces podréis decir que lograsteis combatir las malas ondas, que
tienen saturados, hasta el presente, los cerebros de los jóvenes y de los menos
jóvenes, atiborrando, con esas ondas malas y diabólicas que no han hecho más que
pervertir con la violencia y la pornografía, a este pobre mundo ocioso e
inactivo.
Sed valerosos y
felices por haber sido escogidos para combatir el
Y entonces, vosotros
mismos haréis retroceder hasta los Abismos el Infierno, que quiere apoderarse
de vuestra Tierra entera. En esta Tierra vuestra, el propio Infierno
retrocederá como un cobarde, delante del Ejército Invencible de Cristo JESUS,
de MARIA Santísima y de San Miguel Arcángel.
Agitad
Todos unidos, atrás de
Vuestro Señor JESUCRISTO.
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