VUESTRO PAPA BIENAMADO

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2 de abril de 2005 - San Francisco de Paula

FIEL: En los caminos de la tierra, no busquéis más a aquél que ya no está allá. A la voz del Maestro: “¡Ven y sígueMe!” él se levantó. - “¡Yo Os esperaba, Señor Bienamado!” - y él caminó, sin voltear o retroceder. “Cuando se ve Su Luz, ya no puede haber engaño. El está ahí, delante de mí, ¡oh mi Señor y mi Dios!”. De repente este Papa, tan voluntarioso ante la adversidad, se pone a llorar, sí, pero de alegría. El percibe otra Luz, que es de tanta dulzura, que ahí lo tenemos iluminado como un Ángel de Navidad: “¡Oh Madre tiernísima, Vos estáis ahí!”

Ella le abre Sus brazos. Sobre Su Corazón materno él colocó su cabeza. No osa siquiera levantar los ojos y contemplar ese tierno Rostro que tantas veces se inclinó hacia él, cuando la fatiga de los viajes y la enfermedad le desbastaban y arruinaban la noches tan cortas.

“Oh Madre del Divino Amor, yo Os esperaba, yo Os aguardaba. A Vuestros pies, yo coloco mis pobres oraciones que imploran Vuestras Gracias para los hijos de la Tierra, para los que luchan contra esta gran miseria. Ellos sufren de hambre, de sed y de enfermedades de toda especie. Id en su auxilio, Madre Querida”.

“Mi hijo bienamado, dice JESUS, aquí mismo, en la Morada de tu Padre, tú puedes invocarLe, al verLe delante de ti”.

JNSR: A las 19 horas, es mi Ángel de la Guarda quien viene a hablarme y decirme las palabras (arriba distinguidas en cursiva) de Jesús y del Santo Padre. Después, a las 22.20 h., la televisión anuncia la muerte de nuestro Papa bienamado.

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Nota: Una información fue publicada por el diario italiano “Il Giornale” del 6 de Abril, según la cual Iván Dragicevic, uno de los videntes de Medugorje, fue favorecido, el día 2 de Abril, a las 18.40 h., con la aparición de Nuestra Señora con el Papa: “Estaba sonriente, muy joven y felicísimo” (AF)