UNA VEZ MÁS OS PREVINE

*******

 

15 de marzo de 2005 - Santa Luisa

 

JNSR:   Os suplico, Señor, habladme, no me dejéis sin Vuestra Palabra Santa. Si queréis que yo diga alguna cosa a Vuestros hijos de la tierra, habladme, JESUS, que yo tengo confianza en Vos.

 

JESUS: Yo soy el Dios de tu infancia. Aquél que siempre te protegió. Oye Mi Pedido: No os separéis nunca de Mí. Permaneced Conmigo. ObedecedMe en todo. Yo os conduzco a donde Yo Mismo estoy con el Padre y el Espíritu Santo, en la compañía de Mi Santa Madre y de todos los Santos que ya están en el Cielo, y con todos los Elegidos que el Padre unió y reunió en Su Sublime Santidad.

            Este Tiempo que vosotros atravesáis, es como una puerta que será necesario buscar a través de los alambres de púas. Feliz de aquél que la encuentra sin dejar allí pedazos de su carne o, peor aún, de su alma.

 

No tratéis con nadie la forma de encontrar una vida mejor

 porque ninguno os podrá cambiar la vuestra.

 

            Sólo Dios podrá mejorar vuestro día-a-día y os podrá ayudar a soportar el sufrimiento que os oprime; y sin embargo, es el sufrimiento el que, como una barca, os lleva a la buena orilla. Este sufrimiento vendrá al encuentro de cada uno de vosotros, y será a causa de él que os iréis a parecer a Mí; él es vuestra Cruz.

            Cuando, con el Padre, Nosotros escogimos DOZULÉ, quisimos glorificar a Francia, hija primogénita de la Iglesia por su bautismo en el año 496, cuando Clovis I recibió el Bautismo, de San Rémi, en Reims. Infelizmente, ella pasó a ser una tierra bárbara, debido a sus crueles leyes. Ella Me desprecia, en la medida en que Yo Me le acerco, para liberarla de las celadas que ella no cesa de tenderse a sí misma.

            Cuando Yo os anuncié la sequía, vosotros no llegasteis a comprender que se trataba apenas del primero de los tres años. Una vez más os previne y os anuncio que ella puede proseguir más allá de esos tres años.

 

Sí, el agua sigue el barómetro de la Fe en Dios.

 

            Por esto, después de este año ya iniciado, vosotros podréis sufrir otros cuatro en los que ya no habrá ningún animal vivo en la Tierra, ni en los mares, ni en los aires. Y el hombre tendrá que beber el agua que Mi Madre reserva para Sus Santos de la Tierra, aquellos que aún mantienen su Fe en Dios.

            Y vosotros creeréis porque veréis, porque todo lo que hace Mi Madre Santísima es querido por el Padre, aceptado por el Hijo, aprobado por el Espíritu Santo, que une el Padre al Hijo, y el Hijo a toda esta Humanidad destrozada. De hecho, vendrá el día en que todos los Pueblos se unirán a Aquél que les dio la Vida Eterna, al recibir todas sus faltas, cometidas en el devenir de todos los siglos de los siglos, pasados, presentes y futuros, en Su Cuerpo Santísimo de Hombre-Dios que dio Su Vida en una Cruz que se tornó la palanca de este mundo culpable, en ese Viernes Santo, que jamás os podrá horrorizar. En verdad, Aquél que es Vida Eterna os unió a todos, os reunió tanto en Su Santa Muerte, como en Su Santísima Resurrección.

            Sí, Yo soy la Vida Eterna, la Santa Resurrección de vuestras almas llamadas a vivir con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo que quiere abrir todos los sepulcros: para que vosotros tengáis el Cuerpo de Resurrección, con el que Mi Padre, cuya Bondad es infinita, quiere revestiros, como hizo con Su Divino Hijo y con Aquella que puede revelarSe a todos vosotros como la Hija de Dios Padre, la Madre del Hijo Bendito y la Esposa del Espíritu Purificador. Todos vosotros sois manifestantes inútiles que buscáis en otro sitio respuesta a vuestras dificultades. Y la respuesta, la traéis en vosotros mismos.

 

Tened Fe en Dios,

creed que vuestro Señor JESUS es vuestro Libertador,

que el Padre Todopoderoso Lo confirmó

y que el Espíritu Santo, Fuerza del Padre y del Hijo,

está en El, tal como El Mismo vive en el Padre Todopoderoso.

Yo soy vuestro Dios Salvador, el Enviado del Padre,

vuestro Salvador,

JESUCRISTO.

Amén.