NO MATARAS
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23 de febrero de 2005 - San Lázaro
JESUS: Para que haya Paz en vuestro Mundo, el pecado tiene que desaparecer. Cada uno de
vosotros debe admitir que pecó, debe confesar sus faltas y corregirse de ellas
arrepintiéndose. Confesar su mea culpa no
es fácil para algunos. Pero si vosotros ya no tenéis la intención de cometer la
misma falta Dios, que os conoce, os ayudará.
Hija Mía, confesar sus pecados en Confesión, recibir
la Absolución, ese Perdón concedido por un buen Sacerdote en Nombre del Señor,
os ayudará. Y todo Cristiano debe confesarse antes de
recibir la Santa Eucaristía. Mas el Perdón total no puede venir sino de Dios y
en la Hora del cara a Cara con vuestro Dios de Amor y de Misericordia infinita.
Hija Mía, vosotros debéis saber todos que pecar es desviarse de Mi Camino de Verdad; pecar es también hacer desviar a
veces inocentes que os siguen por la misma pendiente; creyendo en la autoridad
del pecado ellos mismos cometerán la misma falta. Y ¿cómo detener toda esa cadena? Es necesario que el primer eslabón
defectuoso de esa misma cadena confiese en público su falta. Su fidelidad a
Dios le obliga a ello. A veces, Yo os pido que reconozcáis públicamente vuestro
pecado, sobre todo cuando hay alguna consecuencia
mundial. Este pecado comienza contaminando una asamblea, un pueblo, y
termina tocando naciones enteras.
Hoy, Satanás se sirve de estas inconscientes cadenas.
No os olvidéis de que el pecado es
satánico y el aliento o estímulo hacia el mal viene del Príncipe de las
Tinieblas. Hoy, él está desenfrenado en maldad contra toda la Humanidad; su
espíritu maléfico penetra profundamente en todos los espíritus, de los hombres,
de las mujeres y de los hijos no habitados o poseídos por Mi Espíritu Santo.
Venid, Espíritu Creador, Apartad a nuestro Enemigo lejos de nosotros.
visitad las almas de los fieles. Dadnos la Paz sin demora
Llenad con la Gracia de lo Alto para que, bajo Vuestra conducción,
los corazones que Vos habéis
creado. evitemos
todo mal.
Hacednos conocer al Padre Venid, Espíritu de Santidad,
y reveladnos al Hijo venid a liberarnos
de las faltas.
Y Vos, Su común Espíritu, que nos condenan,
hacednos creer siempre en Vos. porque ellas están contra la Ley de
Dios.
Cuando Moisés descendió del Sinaí, con las Tablas de
la Ley en las manos, vio con espanto al Pueblo que el propio Dios le había
confiado contemplando y adorando a un ídolo construido con sus manos: era el
Becerro de Oro. Debido a los 40 días y 40 noches de espera, los espíritus se
habían entenebrecido al punto de renegar de Dios, al punto de sustituirLe por
un ídolo. En su ira, Moisés rompió las Tablas de la Ley en la base de la
Montaña, lanzó al fuego el Becerro de Oro, lo redujo a cenizas e hizo castigar
a los principales responsables con el mayor rigor. Después regresó a la
Montaña, suplicó a Dios que perdonase a Su Pueblo, culpable de un pecado tan
grande.
El Señor consintió en ese
perdón. Volvió a escribir las
Tablas de la Ley como testimonio del Pacto hecho con Su Pueblo, pero Dios
ordenó a Moisés que no hiciese ninguna alianza con los habitantes de la Tierra
Prometida, que adoraban, todos, a innumerables divinidades. “Vosotros no debéis adorar a otros dioses”,
dice el Señor, “porque Yo, Yo soy un Dios
celoso”.
En el primero de los Diez Mandamientos, os es recordado:
“Amarás a Dios con todas tus fuerzas, con
todo tu corazón”. Dios dijo a Moisés:
“No tendrás otro Dios además de
Mí. Observa el día Sábado, para santificarlo por Yavé,
tu Dios. Honra a tu padre y a tu madre. No matarás. No cometerás adulterio. No
robarás. No levantarás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la
mujer de tu prójimo. No desearás nada de lo que pertenece a tu prójimo”.
Para el primer mandamiento, son hechas muchas
recomendaciones, de forma que se honre perfectamente a Dios. Afirmar que Dios
está Vivo es una de las primeras formas de la Fe en el Verdadero Dios.
En el Mensaje del 2 de Febrero, cuando Yo te anuncié
que vosotros teníais hoy un nuevo Holocausto (Shoah), un nuevo exterminio ante vuestros propios ojos, y que no
lo veíais, no lo habéis tomado en cuenta, y
lo cierto es que él existe. Afecta a todos Mis hijos, cubre toda la
extensión de la Tierra. Y el Cielo, en
verdadero llanto, os pide que luchéis para que desaparezca para siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Yo, Dios Único y Verdadero, desee que conocieses, por
uno de Mis hijos (1) de la Tierra, escondo como tú para informar a
vuestros hermanos, del gran desastre que
está en el origen de los grades males que sufre vuestro Mundo. La
información debe llegar a todos los puntos cardinales, para cubrir vuestro
Mundo, como una gran Cruz extendida sobre ese Mundo que no cesa de blasfemar
delante de todas Mis Santas Leyes.
No matarás: la Tierra entera está enrojecida por la sangre
de los inocentes y la Palabra de Dios no cesa de ser ofendida. Traicionar al
Señor en Su Santa Ley, no puede ser perdonado. Moisés fue nombrado como Mi
mayor Legislador. El dio a los hebreos su Patria, su Religión y sus Leyes, la
Thora.
JNSR: Cuando
Esteban me telefoneó, su intención fue darme a conocer un artículo de “L´Homme Nouveau”. No era una sorpresa, más bien una confirmación. “El Shoah existe
verdaderamente”, imbricándose cada vez más en nuestro tiempo. Es el aborto
despenalizado por un ministro de salud. Esta mujer, política francesa, liberalizó
el acceso a la contracepción (1974) y
defendió la ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo (1975). Es el anillo que contamina toda la cadena
defectuosa.
EL ETERNO: Y Dios dice: “Uno solo que Me honra, como hizo Moisés, SALVA a su pueblo. Uno solo
que Me traiciona, CONDENA a su pueblo”. Fue por esto que Yo te dije: “¿De qué pueden servir esos murales en que
están escritos los nombres de los mártires Judíos del Holocausto, cinco
millones de Judíos exterminados por los nazis durante la segunda guerra
mundial, cuando una víctima del exterminio, a quien Yo preservé la vida para
que diese testimonio de ese aniquilamiento, termina traicionando la Palabra del
Dios Vivo: No matarás?”
Los hijos, vivos desde
su concepción, son condenados a morir a causa de una ley humana votada por
una gran mayoría. Como en la condena a muerte de un toro en la arena, el hijo
no puede reaccionar, el crimen es una decisión perfectamente justificada, una
vez que es permitido por una ley satánica. Semejante degeneración, por tantos
que no ven en ello mal alguno, deshonra a
un País entero. Actualmente, el Mal es mundial,
es la Masacre de los Inocentes que
superan en número, en el Mundo,
La Vida es un Don de Dios. El hombre es la Obra
Maestra de Dios. Ante este desastre,
que es una rebelión contra la Santa Voluntad de Dios, no os sorprendáis con la rebelión de los elementos, que honran a
Dios a su manera.
Bendecid y respetad la Santa Palabra de Dios.
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(1) Este hijo, que se llama Esteban, se encuentra
en el Oriente de Francia