La Santa Eucaristía

 

22 de Noviembre del 2004

 

JESUS: "¡Sacerdotes de Dios, escuchadme!

Es vuestro Padre quien ha consentido en Mi Sacrificio de Amor. Soy Yo quien Me he dado libremente. El Espíritu ha comunicado que, por este Don, la Humanidad se salvaría al Fin de los Tiempos.

Por el Milagro de la Eucaristía,

las cadenas del odio se romperán.

Visitad a los prisioneros con la Cruz y el Rosario. Llamadles con Amor y confianza.

Dadles la primera Gracia que Dios os pide ofrecerles, la Gracia de una buena Confesión; y, luego, poned la Hostia Santa en su boca.

Dios, por Su Cuerpo y por Su Sangre, viene a salvarles. No son sus cadenas de hierro las que caerán primero, sino que los lazos terribles que aprisionan sus almas caerán, y un alma ganada para Dios es una Fiesta en el Cielo de Gloria de Nuestro Padre de los Cielos.

No temáis, Yo he perdonado a los dos ladrones que cercaban Mi Cruz. Sí, a los dos.

Los Sacerdotes de Dios deben ir hasta el cabo

de su Sacerdocio.

¡Nada es imposible para Dios!

Yo os daré buenos Sacerdotes.

Orad, pedid y recibiréis.

JESUCRISTO

en la Santa Eucaristía.

Amén †.