Dios es Paciente
22 de Septiembre del 2004
JESUS: "Dios es Paciente. Los
hombres rechazan la intervención de Dios cuando no corresponde a su
expectativa. No hay sino un camino y una solución: este mundo está llamado a
desaparecer porque no es bueno, no está ya conforme al Plan de Dios. Este
Tiempo es como una estación que da lugar a otra, pero siempre en el mismo
marco: el Planeta no puede desaparecer. En un teatro, las escenas se
suceden sin parecerse, los decorados también que nos sumergen en otro vivir,
pero es el mismo escenario, los mismos actores y los mismos espectadores que
los miran.
En vuestra Tierra, las gentes envejecen, los niños
crecen y se hacen adultos. Todos no tienen el conocimiento de Dios y vuestra
época rechaza Mi Vida, como si Dios no hubiese existido jamás y no puede, bajo
ningún pretexto, formar parte de vuestra vida, ni después ni antes de vuestro
nacimiento en esta Tierra; y ni durante, ni después de vuestra muerte en esta
Tierra y, sin embargo, vosotros venís todos de Dios y vosotros volvéis todos
a Dios.
Yo te hablo de los hijos de Dios, de todas Mi
Ovejas, aun de la más rebelde. Y, como en el teatro, hay siempre espectadores
que miran venir la vida y partir la vida. Sólo los actores que acaban de jugar
su último acto no se interesan más de los espectadores porque, ves tú, para
ellos todo cambia en un instante: ellos ven otra cosa, la Verdadera Vida en
Dios, porque Yo estoy aquí, realmente Vivo delante de cada uno de los que
llegan a la Casa del Padre donde él es esperado desde siempre.
«Qué importa tu pecado, el que te ha ocultado de Mi
vista», puesto que hoy tú Me ves, tú te echas en Mis brazos y Me pides PERDON,
primero por tu ignorancia y luego por tu indiferencia. Ahora tú sabes que eres
Mi hija y que aquí tú vives en Mi Verdad, tú no tienes más cadenas. Porque cada
falta contra tu prójimo, estrechaba un poco más tus carnes contra tu alma que
sufría de estarlo estrechamente; tú desviabas tu mirada de Mi Santa Faz y tu
rostro, que se hacía pálido, no comprendía que tú tenías vergüenza de
esconderte de Mí. Porque, en el sitio más secreto de tu corazón, Yo continué
viviendo para ti y diciéndote muy quedo: «No temas, Yo te amo» y Yo te
espero desde siempre.
Dios es Perdón.
Amén".
†