Segundo día: Cristo Rey

Colección sobre Mi Santa Voluntad

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23 de Noviembre 2003

 

 

JESUS: “He aquí el segundo día que acabo de acoger para continuar hablándote. Yo les recordaré lo que he dicho ya en las Santas Escrituras, aunque éstas no son menores. Porque tu Dios es el que continúa hablándote para todos, aunque ellos persistirán en dudar de ti. Porque nadie puede oírme proclamar Mi Santa Verdad en Mi Santa Voluntad sin tener Mi Sufrimiento por compañía.

Yo te he escogido el Primero, antes que tú me escuches. Yo he visto en ti Mi Imagen del Hombre de Dolores. Esta Imagen no puede imprimirse en cada uno si Mi Padre y vuestro Padre no lo desea: tal es Su Santa Voluntad, tal es la Santa Voluntad de Dios.

¿Qué hay que decir: «Anda, tus pecados te son perdonados», o mejor todavía para los que no oyen bien: «Anda, Yo te he curado»?

Así, el hombre ha rechazado su curación al pie de Mi Cruz al negarse a levantar Mi gran Cruz Gloriosa de 738 metros, Signo de Mi Perdón, y Testigo de su curación que interviene gracias a su Arrepentimiento.

Si vosotros pensáis que la que veréis en una gran luz aparecer en el cielo, será la misma, la de la Reconciliación mundial en el apaciguamiento, vosotros estáis en el error.

Ella será mi Cruz del Juicio, la de Mi Santa Justicia que despertará Mi Amor en vosotros. Yo os lo he dicho ya: un verdadero despertar del alma y del cuerpo no puede efectuarse sin conmoción. Ella será luminosa y grandiosa porque cada uno la verá, de un cabo de la Tierra al otro cabo. Por consiguiente, nadie podrá decir que Dios no existe.

En mi Santa Luz, cada uno se verá

tal como es y Me verá tal como Yo soy.

¡Cuántos han dudado todavía de Mi Santa Protección! Y han partido de un lugar a otro... Cuando Yo lo ordeno, Mis Santos Angeles actúan sin ruido. Hoy, como os he dicho ya en Dozulé, Yo no vengo para salvar los cuerpos, sino para curar las almas, salvarlas. Yo protejo además los cuerpos de los que continuarán dando testimonio de Mi Amor en esta Tierra. Yo los guardo, no porque ellos se imaginan ser, sino porque Yo he preparado su voluntad a entrar en Mi Santa Voluntad, y ellos dirán:

“Yo estoy aquí porque Dios ha perdonado mis pecados. Dios es Bueno”.

Ellos verán entonces cómo su Señor y Dios imprime en ellos Su Santísima Voluntad, haciéndoles ir de un paraje a otro, donde Yo deseo que ellos estén. Mi Paz no es la paz de los hombres. Vosotros gozaréis así de Mi Paz. Vosotros trabajaréis por Mi Paz. Estaréis en Mi Paz, no porque ella será vuestro reposo, sino Mi actividad, Mi Elección, Mi Santa Voluntad. Yo he dicho:

Yo soy la Estrella del Alba Nueva,

la Estrella que guiará a Mi hijo–escogido en Mi Camino hasta el sitio donde Yo lo espero. Mi Estrella brillará en vuestra voluntad que, como un polvo estelar, entrará en Mi Santa Voluntad.

Cuando comprendáis que, en mi último libro “Testigos de la Cruz – Actos de los Apóstoles”, Yo os he dicho todo para que se realice todo el Plan de Dios a través de toda esta Humanidad desgarrada por el pecado,

entonces vuestras cadenas comenzarán a caer.

Todo el pasado surge delante de ti, hija Mía, para decirte cuánto amo Yo a Mi Santísima Madre, cuánto ama Dios a Su Santa Hija bendecida entre todas las mujeres del Universo, por haberle concebido del Espíritu Santo en el seno hasta entonces estéril de Santa Ana, Mi dulce Abuela que tu amas tanto y que te ama desde siempre porque ella sabía que iba a ser tu Abuela amada desde que la abuela querida partió al Santo Reino de Dios.

La Iglesia se abrirá como el Santo Corazón de JESUS en NAJU para cubrir de nuevo el mundo de Su Sangre Reparadora, invitando a Mi Iglesia a cambiar su corazón con el Mío. Su corazón está enfermo y no puede ya transportar Mi Sangre Purísima en sus venas: así se asfixian todos Mis miembros.

Al solo Nombre de María, Yo la haré temblar y recobrar Vida.

Oh MARIA, Santa y Divina en Tu Concepción Inmaculada, ora por todos tus hijos y ven a dar a luz a Tu Iglesia en la Sangre Nueva de Cristo, Tu Hijo Amado, que difunde esta Sangre Nueva, abundante, que sale a raudales de Su Corazón Adorable que Se abre como una granada madura sobre el Camino de Cruz de NAJU.

Tomad y bebed.

Esta es Mi Sangre de la Nueva Alianza

que brota de Mi Corazón traspasado por todos los pecados de este mundo sin amor. Esta Nueva Alianza de donde saldrá Mi Santa Iglesia renovada porque ella acaba de nacer a la Vida y dar Vida a todos sus miembros, Mis hijos amados que renacen de la Santa Madre de la Iglesia, MARIA, Madre Divina del Divino Amor.

He aquí que las campanas suenan para anunciar el Triunfo de MARIA con la Resurrección de Su Iglesia y de todos sus hijos que abren los ojos en este Mundo lleno de Gracia para ver abrirse los Nuevos Cielos.

Reconociendo el Dogma completo de la Inmaculada

Concepción divina de María,

la Iglesia salvará al Mundo salvándose ella misma.

Yo vengo pronto.

¡Ven, Señor JESUS!

Amén”.