Primer día

Colección sobre Mi Santa Voluntad

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19 de Noviembre 2003

 

 

“JNSR”: “Señor, que Tu Voluntad triunfe en la Tierra como en el Cielo”.

JESUS: “Este será el Tiempo de la Paz y de la Renovación, el Tiempo de la Alegría y del consuelo para todas las almas. Yo he venido a ti para consolarte y decirte que tengas Confianza en Mí. El tiempo de la prueba acabará pronto.

Yo vengo a hacerte escribir Mi Santa Voluntad, como una colección de pensamientos los más íntimos. Tu guardarás este libro.

Dios ha sido mal amado por los Suyos. Yo vuelvo para haceros buscar Mi Camino que está perdido, por no haberlo seguido, o más bien, no haberlo jamás buscado.

Cómo comprenderéis este libro que no es un libro. Es una colección, es la red olvidada del pecador, y que se levantará del fondo de las aguas después de muchos años, para retirar el veneno que ha quedado allí. ¿Ha sobrevivido? Algunos, porque han comido a los otros, y otros porque en un repliegue de la red, se nutrían de Esperanza.

La Esperanza es la base de todo.

Sin ella la vida no tiene ya sal. Y de insípida ella se hace pesada. Y de pesada, molesta, hasta fastidiar a los otros; los que están alrededor y que os rechazan.

Un objeto es raro por el valor que se le da. Pero el valor no está en el precio, está en la belleza simple. Pero, ¿quién puede ver la belleza del alma en este mundo donde el oropel ha tomado el lugar del diamante puro?

He aquí lo que debe interesaros a todos y cada uno:

Mi Santa Voluntad.

Seguirme no es fácil. Imitarme no es dado a todo el mundo porque, para imitarme hace falta ya tener el tejido, el que puede recibir Mi marca en el corazón, en el espíritu.

Ante todo, Yo deseo buscadores que saben lo que ellos buscan y lo que ellos se atreven a descubrir. Buscarme no es un juego. Hace falta una verdadera razón sin razonamiento. Simplemente desearme. Desearme sin temer el riesgo.

Yo soy la más alta montaña, inaccesible a los que temen el vértigo. El vértigo de Mi Conocimiento.

Vosotros os arriesgáis a descubrirla siguiéndome o, simplemente, buscándome.

Tal es Mi Voluntad.

Buscarme, seguirme y aceptar los riesgos que surgirán en Mi Camino que seguiréis.

Conocerme. Vosotros no llegaréis jamás a comprenderme plenamente. Os harían falta muchos siglos. En realidad, os haría falta la Eternidad para acercaros a Mí y, en el curso de esta Eternidad, vosotros no acabaréis jamás de conocerme mientras sepáis quién soy Yo, porque acá abajo vosotros podéis ya saber quién soy Yo: DIOS.

Decid simplemente en cada uno de vosotros:

Yo soy el inútil lleno de lo indispensable.

Yo llego a ser la nada que contiene el Todo

porque lo Esencial está en mí,

porque El Se ha dejado captar

a causa de mi voluntad

que yo acabo de poner

en Su Santa Voluntad.

Ves ya, en este primer mensaje, un aspecto de lo que Yo te pido escribir para Mí a cada uno de vosotros.

¡Seguidme!”.